martes, 19 de octubre de 2010

Luchando contra las preocupaciones financieras

Las preocupaciones financieras parecen dominar cada aspecto de nuestras vidas, haciéndonos enojar cuando llegan gastos imprevistos o cuando nuestro futuro laboral es incierto. Si además estamos desempleados puede ser que las preocupaciones estén puestas en las necesidades más básicas (comida, vestido y vivienda). Es muy fácil no ver todos los privilegios que disfrutamos cuando estamos empleados.

Para aquellos que han estado desempleados durante un largo tiempo, la perspectiva de que vivir con bajos recursos se prolongue puede debilitar y hacer mella en la motivación necesaria para seguir buscando trabajo. La depresión puede estar a la vuelta de la esquina.

Se ha de intentar en estos casos encontrar actividades que ayuden a mantenerse activo, tomar aire fresco y ejercitarse. Intentar aprender algo nuevo puede ser una buena opción, así como suscribirse a un programa de voluntariado ambos puede expandir las posibilidades para conseguir un empleo posterior. El trabajo que realices, incluso si no es pagado, quedará bien en el curriculum.

Vida personal


A nadie se le escapa que las finanzas pueden ser causa de discusiones maritales y entre padres e hijos. Estas discusiones crearán más estrés y esto puede manifestarse en enfermedades físicas, por lo que es recomendable discutir las preocupaciones con tu pareja antes de que se vuelvan ingobernables. Realizar un presupuesto o simplemente identificar formas de ahorrar dinero puede dar una inyección de motivación, y eso por sí sólo ya es bueno.

Haciendo inventarios


Puede ser muy bueno hacer cuenta de nuestras posesiones para luego identificar qué necesitamos realmente. En esta sociedad hemos desarrollado el hábito del exceso y solemos comprar más de lo necesario para tirarlo después.

Existen bienes que requieren gastos regulares sólo para ser mantenidos, y otras cosas en las que gastamos el dinero de forma regular (tabaco, cine, comidas fuera etc.)

Puede que no sea divertido pasar una tarde contando y decidiendo que cosas vendemos y de que aficiones recortar presupuesto. Pero simplemente el hacerlo nos dará un sentido de control que ayudará a aliviar la preocupación.

Mantén la preocupación a raya y busca más bien ocuparte. Aunque no puedes aislarte completamente, siempre se pueden dar pasos para reducir el nivel de preocupación y limitar el estrés.


Basado en un artículo por Silva Payne en: http://www.helium.com/items/1982749-finance-worry-money

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