miércoles, 3 de enero de 2018

Los ángeles en la providencia de Dios

Daniel 12:1

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

Los ángeles han de verse bajo el encabezado general de la providencia de Dios. El Señor creó el mundo, pero también lo sostiene y dirige su creación de forma que todas las cosas funcionen "conforme al designio de su voluntad" (Efesios 1:11, Hebreos 1:1-4). Sin embargo, Él no es la única causa de todo lo que sucede, sino que emplea a los seres creados (tanto sus acciones como sus voluntades) como causas secundarias y subordinadas dentro de su gobierno providencial. Esto incluye a los ángeles, que no son seres divinos, sino criaturas con un origen en el espacio y el tiempo. Dios "creó todas las cosas" incluyendo los espíritus angélicos (Apocalipsis 4:11; Génesis 1:1)

Las Escrituras nos muestran que los ángeles intervienen de forma esencial en muchos milagros. Por ejemplo, fue un ángel quien hizo rodar la piedra que cerraba la tumba de Jesús (ver Mateo 28:1-10). Los ángeles parecen tener algún tipo de papel en la dirección del curso de la historia humana, incluyendo el auge y la caída de naciones e imperios. El libro de Daniel, por ejemplo, hace referencia a Miguel como el "gran príncipe" que tiene a cargo el pueblo de Israel (Daniel 12:1). En otras partes de las Escrituras, Miguel es identificado como un arcángel, lo cual indica algún tipo de jerarquía en las huestes angélicas. Daniel 10:12-14 explica que Miguel tuve que ayudar a otro ser, presumiblemente otro ángel, a luchar contra un enemigo, el príncipe de Persia, para que el ángel que llevaba la interpretación de la visión de Daniel pudiese llegar hasta el profeta. No sería especular demasiado el sugerir que este príncipe de Persia era un ser angélico malvado, un demonio, ya que se oponía al Señor y a su pueblo.

Los ángeles son ministradores para el pueblo de Dios (Hebreos 1:13-14). Pero no son pequeñas y hermosas criaturas que nos esperan de brazos cruzados. Son defensores, un ejército jerárquico que avanza los propósitos de nuestro Creador.

El hecho de que los ángeles conformen un poderoso ejército dedicado a avanzar los propósitos de Dios son buenas noticias para el creyente, ya que si estamos del lado de Dios, o mejor aún, Dios está de nuestro lado, los ángeles también lo están. Saberlo nos da una confianza añadida de que ningún enemigo que se oponga al Señor y a su pueblo puede mantenerse en pie al final. Cuando oramos para que se haga la voluntad de Dios, estamos "liberando" un enorme ejército para conquistar en su nombre.

Traducido de:

https://www.ligonier.org/learn/devotionals/angels-gods-providence/

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